Jorge espera el tren, lo espera como todos los días, tiene una rutina que repite casi en forma autómata, se para en el mismo lugar, al lado del árbol de plátanos, y piensa, piensa en su vida, en su juventud, en los momentos felices, cuando sonreía, cuando salía y era feliz, cuando la vida era un hermoso papel en blanco listo para ser escrito, sentía que podía ser lo que quiera, pero eso era antes, hoy sabe de sus problemas económicos, de su soledad, de sus amores imposibles, hoy es un día distinto, hoy lo decidió, así que se afeito, se vistió bien, se puso ese perfume que tanto ama y que solo usa para ponerse de buen humor, camino esas pocas cuadras hasta La estación de tren, pero ese día decidió ir por otro lado para que sea definitivamente diferente, se canso de esa rutina de volver a su casa en la soledad de la noche enviar mensajes de auxilio en botellas, y en palomas mensajeras, se dio cuenta que a nadie la importa lo que le suceda así que decidió dejar todo, solo le preocupa que será de su madre, quizás la única persona que a pesar de todo nunca lo abandono, si abra visto esa diminuta figura haciendo todo por él, sacando fuerzas de donde no tiene, para poder hacerlo feliz, de verla levantarse todos los días desde las cenizas para empezar a construir un imperio de nuevo, pero él carecía de esa fuerza, porque simplemente carecía de amor, no tenia ya por quien Levantarse otra vez para construir su propio imperio, noto que lo que él buscaba era algo imposible, que intentaba sembrar amor en desiertos infinitos, regados por otros. Mientras caminaba recordaba momentos felices, es irónico pero uno decide irse con los mejores momentos en su mente, la sonrisa de sus amigos, sus mascotas, su primer juguete, su primer álbum lleno, su único diez en matemáticas, los eternos abrazos, los chistes, su sonrisa, su hermosa sonrisa, casi caminaba en un estado similar a trance, un trance feliz, donde por un instante penso que quizás eso fuera una locura, pero enseguida recordó su génesis, porque estaba ahí, que era algo que venia meditando hace rato, que hizo todo lo que pudo, pedir auxilio en el mas duro de los silencios...
Paso el bosque de arboles de eucaliptos, tomo él ultimo impulso, y cruzo él anden, se coloco donde siempre se coloco, y miro por ultima vez ese bosque lejano, al cual tantas veces fue a jugar con su Padre y su hermano "-Dolerá mucho? Se pregunto, miro a su alrededor esperando que no hubiera ningún niño cerca, no quería dar un mal ejemplo sobre la vida, que él no fuera capaz de ser feliz no quería decir que la felicidad no existiera, escucho el ruido de la tensión de los cables cuando bajaron la señal para avisar sobre el inminente arribo de su verdugo, se le paralizo el corazón cuando siento que lo llamaban por su nombre "JORGE!", Se dio vuelta y ahí estaba "Saliste rápido y te olvidaste la mochila" Su Madre, con su figura infinitamente pequeña.,Jorge la miro, y solo sonríe cómplice de sus pensamientos, tomo su mochila y la mira fijo " Gracias, sabes una cosa, acaba de recordar que hoy no tengo que laburar, porque no vamos a casa?" ; "-Hayyyyy como te olvidas esas cosas, mira si ibas hasta allá por nada, te ibas a querer morir", entonces él la escucho y rió con ganas "tenes razón" y se volvió caminado, una vez mas por el mismo camino de todo los días, a paso lento, ella le dio la mano para que la ayude a cruzar la calle y como siempre ella le contó sobre ese rosal que algún día plantaría en el frente de la casa, él le hablo del olor a jazmines mientras escuchaba la bocina del tren a la distancia, que se alejaba.......
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