lunes, 15 de marzo de 2010

A mis amigos, mis compañeros de aventuras, ingenuos soñadores, socios de este club exclusivo de honor, de cariño, nos reunimos a escuchar vida, simplezas de nuestros más hermosos sueños, aquellos que dábamos por echo de jóvenes, y que ahora vemos como se nos escurren, como agua, de las manos. Hoy que descubrimos que no era tan blanca la nieve como pensábamos, ni tan fuerte el olor del tabaco, algunos sueños nos vinieron con el tiempo y corren, saltan a nuestro alrededor y nos llaman "Tío", otros fueron amargos como lo son las despedidas eternas.
Yo que té vi llorando y sé de tus dolores, conocí tus alegrías, me escuchaste cuando yo ya no sabia a quien hablar, que te preocupe mas de una vez, que con solo saber que dedo muevo entienden cada significado de mi ser, conocen mis errores y no les importa cambiarme, con ellos disfruto la vida, compañeros incondicionales de cada uno de mis errores, son el fiel Sancho Panza que todo Quijote terco necesita, son de los que prefieren una risa compartida bajo una lluvia torrencial a una cómodo y solitaria habitación de ciudad, somos caballeros de un orden que ya casi no existe como nos lo enseñaron, somos guardianes de la amistad, loca y desquiciada, la de dejar todo en ayuda de ese hermano del alma, que nos puede ocurrir sí vos estas al lado mío? Recordar miles de kilómetros, cantando bajo la lluvia, mochila al hombro, capaz de robarme una sonrisa en al peor de los momentos y hacerme reír como un loco, quiera Dios, tenerte en mi ultima carga de caballería, nosotros solos, contra todos, hasta el final

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